martes, 11 de diciembre de 2012

El sur tiene su encanto


Por Juan Fernández y Adrian Sotelo

El éxito de la segunda edición de la Noche de los Teatros da cuenta de un proceso de crecimiento cultural en la zona sur del Gran Buenos Aires que no sólo se ve reflejado en las expresiones escénicas, sino también en otras vetas artísticas.
Con la formación de la Red Teatral Sur (RTS), la movida under de la zona alcanzó el impulso que hace años estaba necesitando. En los últimos años proliferaron muchos centros culturales y se hicieron más conocidos otros tantos que vienen ofreciendo una variada propuesta artística desde hace décadas. La RTS surgió del seno de los propios artistas bajo dos necesidades: fortalecer los vínculos entre las diferentes salas y actores; repartir más equitativamente los fondos provenientes de diferentes organismos estatales, principalmente del Instituto Provincial del Teatro (IPT).

La Red de la movida under

Con la primera edición de La Noche de los Teatros, en noviembre de 2011, nació la Red Teatral Sur la cual está compuesta por más de ochenta miembros entre grupos de teatro, investigadores y salas del conurbano bonaerense; abarca las regiones de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora, Quilmes, Presidente Perón y San Vicente.
El disparador para su creación fue la sanción de la Ley Provincial del Teatro Independiente - ley 14.037 - a través de la cual se creó el Consejo Provincial de Teatro Independiente destinado a “planificar políticas de apoyo y fomento de la actividad, y administrar los recursos de un Fondo Especial , compuesto principalmente por un porcentaje de los premios prescriptos del Instituto Provincial de Lotería y Casinos , que debe aplicarse en formato de subsidios y programas, a lo largo de toda la provincia” de acuerdo a lo expuesto en el sitio web de la red.
Tres son los ejes sobre los que se concentra la actividad de la Red: la comunicación, la capacitación y la convocatoria a los espectáculos. “La idea es que la gente conozca que en sus barrios hay salas de teatros en donde se ofrecen muchos espectáculos y de mucha calidad”, considera Leila Kancepolsky, integrante de la comisión directiva del Galpón de Diablomundo. Por ello, con el nacimiento de la RTS se lanzó la página de la red - www.redteatralsur.com.ar – a través de la que se busca que los posibles espectadores accedan rápida y dinámicamente a la información sobre la producción de las distintas artes escénicas. Por otra parte, dos programas principales son los que lleva adelante la red: por una parte la Capacitación en Gestión para Teatristas, que intenta aportar a la producción y gestión de las salas y busca articular espacios comunes entre artistas de la región y de otros círculos teatrales, y por otro lado la Capacitación sobre Lenguaje Escénico, un plan que busca conjugar las propuestas escénicas con los recursos técnicos disponibles en las salas. El último de los tres ejes que guían la actividad de la red tiene que ver con la llamada “formación de espectadores”. A través del proyecto “Mundos (Im) posibles” se intenta atraer jóvenes a las salas, muchos de los cuales “nunca en sus vidas pisaron un teatro”, como afirma Kancepolsky.

Telones abiertos

La Noche de los Teatros apunta a lograr la “visibilidad” de la oferta de producción artística de la región y llevar el teatro al barrio con el fin de darle batalla a la hegemonía cultural que siempre se quiso imponer desde la Ciudad de Buenos Aires. Un estudio de la investigadora Patricia Devesa reveló que el 92 por ciento de los chicos que se encuentran dentro del sistema educativo no habían asistido a una función teatral, mientras que el 74 por ciento de los docentes consultados tampoco había ido al teatro. Las razones son diversas: la gente piensa que la entrada es cara, que tiene que viajar hasta Capital Federal para poder asistir a una función, que lo que se da en las salas es “aburrido” y que el teatro es para un grupo reducido de cultura de elite. Con el objetivo de combatir estos resultados, los teatros independientes de la zona abrieron gratuitamente sus salas y con un gran éxito. “Se calcula que hubo más de 2 mil espectadores contando todas las salas”, manifestaron desde la RTS luego de la segunda edición de la Noche de los Teatros.
La edición de este año, que conmemoró el año del lanzamiento del sitio web, contó con más de 15 obras que se dieron simultáneamente en 10 localidades del conurbano sur. Las salas que abrieron sus puertas fueron el Teatro de los Sueños, el Galpón de Diablomundo, el Teatro de las Nobles Bestias, el Banfield Teatro Ensamble, Espacio Disparate, el Teatro de las Memorias, Espacio Mu, La Luna Varieté, Ceta Espacio Escénico, Superarte, Cultura del Sur, el Teatro Don Bosco y Artenpié. Por su parte, algunos de los grupos teatrales que dijeron presente fueron Jícara, Sonrisa de Ojera a Ojera, los títeres de Bigote de Monigote, El Canto de la Oveja, Identidad Sur, La Colmena y Cultura itinerante El Barriazo.
“A diferencia del año pasado, vimos que se acercó más gente y, sobre todo, gente que no siempre viene a las salas” asegura Mariana Lozada, representante del Consejo Provincial de Teatro Independiente por el Conurbano sur e integrante del grupo teatral El disparate Violeta. Para Lozada “el hecho de que sea gratuito colaboró con la cantidad de gente, hizo que se animaran”. El éxito también se vio reflejado en el sitio web de la red: “600 visitas contamos ese día, lo cual fue un reflejo de lo que terminó pasando”.

Artistas itinerantes

Si bien la RTS lleva un año de vida y tiene grandes proyecciones a través de todos los proyectos que se están haciendo, la movida cultural en el sur lleva décadas y las relaciones entre los distintos artistas y espacios va mucho más allá de lo institucional.
 “Se dan redes donde hay pequeños intereses personales que se conectan”, reflexiona Marcelo Federico de Espacio Mú. Este espacio, que a la vez es su propia casa, alberga la llamada Fiesta Lúdica en la que se amalgaman los espectáculos musicales, teatrales y plásticos con una propuesta que busca que la gente “juegue”, ya sea creando figuras con diferentes materiales o escribiendo palabras en la pared con imanes, entre otras actividades. Según Federico, las lúdicas se hacen “para romper el miedo que tiene uno a participar”. De esta manera, la barrera entre el espectador y el artista se quiebra para darle lugar a otro tipo de interacción más genuina.
Al igual que Federico, Jorge Peluffo, de Cultura del Sur, afirma que “la relación es itinerante según la necesidad, según lo que se hace”. Yendo más allá, Kancepolsky considera que existe “una relación personal también” con los miembros de las otras salas, por lo que el intercambio de obras y la participación de actores de un teatro/grupo en otro espacio es frecuente. El caso del Teatro Kabeza, una varieté llevada a cabo por Patricio Gallardo y Darío Sorraieta es ilustrativo: este año llevaron su obra al Galpón de Diablomundo, al Teatro de las Nobles Bestias y cerrarán el año en el bar Ludoviko.
A pesar de esto, un problema en común que tienen casi todos los centros culturales es el de la convocatoria: hay funciones que deben ser levantadas por no cumplir con el mínimo de asistencia del público o, más comúnmente, funciones con una baja convocatoria. Por esto, y más allá de los esfuerzos de los mismos espacios, lo que se necesita según Junior Cross del Teatro de las Nobles Bestias es “publicidad, habilitaciones, políticas serias de teatro” (Ver entrevista principal).

El tira y afloje con la política

Siento que no hay voluntad desde el Municipio de Lomas de Zamora para que los grupos emergentes tengan realmente una estructura como para poder laburar”, opina Cross. La intendencia de Martin Insaurralde abrió a mediados de este año el Teatro Municipal, a cuya inauguración asistieron representantes de varios teatros independientes de la zona. “Creo que hay ganas, todavía no se ve demasiado en lo real”, sostiene Kancepolsky. Las relaciones entre los teatros independientes y el gobierno – nacional, provincial y municipal – siempre fueron de “tira y afloje”. Si bien municipios como los de Lomas de Zamora o Almirante Brown intentan dar una imagen cultural de la zona, no es mucho lo que hacen realmente por las salas y por los artistas locales. Peluffo considera que “hay un interés del gobierno en canalizar la arista cultural y meterse en ese ámbito. Por eso abrieron el Centro Padre Mujica y ese boliche No me olvides” y subraya tajantemente: “(El vicegobernador Gabriel)Mariotto pone guita donde hay una afinidad política y nada a los que mantienen su actividad en forma independiente. Eso es muy claro.”
El hecho de que las habilitaciones que se otorgan desde el Municipio sean iguales para los teatros independientes que para cualquier tipo de comercio genera que siempre haya problemas. El bar Ludoviko tuvo que cerrar sus puertas a mediados de este año por este problema y Cultura del Sur vivió una experiencia similar en 2011. “Nos levantaron la clausura producto de que nos juntamos e íbamos a movilizarnos”, asegura Peluffo, para quien esa experiencia marcó un antes y después en la relación de ese centro cultural con los otros de la zona.
Las expectativas de los integrantes de los centros culturales puede resumirse en las palabras de Peluffo: “Espero que el gobierno apoye los lugares que tienen una posición política independiente de este gobierno o del que venga después, que haya un apoyo real y no sea todo propaganda o promesas vacías”.

El resurgimiento como una necesidad

“Me visto como cualquier día y cocino en el horno de barro como cocinaría para mí y para mi familia”, comenta Federico quien abre las puertas de su casa para recibir no sólo a los vecinos del barrio sino también a músicos, actores, pintores, fotógrafos y demás artistas amigos.
Si bien hay espacios de larga y reconocida trayectoria como el Banfield Teatro Ensamble o el Galpón de Diablomundo, hay otros que proliferaron en los últimos años con variadas propuestas y a partir de ciertas inquietudes, como sucedió en el caso de Cultura del Sur que nació, según Peluffo, de “una necesidad de un grupo trabajadores de la cultura de hacer lo que hacíamos, de laburar y de también fusionar un poco distintas disciplinas que muchas veces se muestran por separado”.
Un punto nodal son los lazos que se fueron formando entre los distintos artistas: muchos de ellos son familia o amigos íntimos de hace años que, premeditada o fortuitamente, terminaron juntos en algún proyecto. Un ejemplo de esto es la Familia Musyrka, un espectáculo infantil que combina clown, música y humor y que está compuesto por tres parejas de amigos de toda la vida.
Muchos de los artistas aseguran que existen motivos subyacentes que explican el por qué de este resurgimiento cultural en esta parte del mapa: “En una sociedad que vive yendo a psicólogos para poder generar espacios para pensar y repensarse, el teatro es un espacio de esos”, afirma Cross. En concordancia, Kancepolsky reflexiona que el teatro surge como “otra propuesta que no sea la tele, el cine, McDonalds, el Facebook” y enfatiza la creciente necesidad de “recuperar las calles”. Florencia Menéndez, una pintora de Temperley, organiza desde hace tres años el encuentro “Arte a la calle” en la puerta de su casa, donde corta la calle por una tarde para que artistas, amigos y vecinos del barrio se acerquen a compartir una merienda y una jornada artística. El Galpón del Diablomundo tiene un proyecto llamado “El Galpón sale a la plaza”, en el que todos los segundos domingos de cada mes los distintos talleres que integran el espacio realizan sus actividades en la Plaza Colón de Temperley con propuestas abiertas a la participación del público.
Una necesidad de mostrar lo que se hace, de abrir las propuestas al barrio y de romper con esa tradición que dice que para ver un buen espectáculo hay que ir al centro de la ciudad, se hace carne en los artistas del conurbano sur del Gran Buenos Aires. Artistas de las más variadas disciplinas que vienen trabajando hace años con la mayor profesionalidad posible y con propuestas de alta calidad que, por cuestiones de publicidad o prejuicio, no logran aún llenar las salas.
El nacimiento de la Red Teatral Sur y la edición de la Noche de los Teatros son expresiones de esa lucha que se viene dando hace años, ahora con vías un poco más institucionalizadas, pero no por ello menos intensa. Se busca que los vecinos se adueñen de los espacios artísticos independientes y que encuentren otras formas de entretenimiento que vayan más allá del solitario uso de las nuevas tecnologías. Se busca, en definitiva, que se recuperen esos lazos de comunidad que parecerían haberse roto o que muchos pretendieron romper en el pasado. Experiencias como las de en esta parte del mapa demuestran que el arte, lejos de haberse perdido, está cada vez más fuerte y que cada vez más gente descubre este mundo que vale la pena vivir.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Glifocidio


La empresa estadounidense Monsanto no solamente es conocida por ser la empresa que revolucionó el mercado agrícola global sino también porque sus productos son de los más dañinos para el medio ambiente y para la salud humana.
Si bien nació como una industria dedicada a lo químico, a partir de los 70´s vieron el negocio en la elaboración de productos para la agricultura estrechamente ligados con la biotecnología. Fue así que empezaron a producir, entre otras cosas, semillas genéticamente modificadas y lanzaron al mercado su producto estrella: el RoundUp, más conocido por estas tierras como el Glifosato.
El Glifosato es un potente herbicida no selectivo cuya función es eliminar las hierbas y los arbustos perennes. El uso de este agroquímico está ligado al modelo llamado “siembra directa” que emplea masivamente herbicidas sobre cultivos transgénicos resistentes a los mismos.
En 1996 Monsanto empezó a comercializar, bajo las siglas RR (de RoundUp Ready), cultivos modificados genéticamente como maíz, trigo, algodón y soja. Estos cultivos fueron específicamente diseñados para tolerar el glifosato y se concentran mundialmente en tres países: los Estados Unidos, Canadá y Argentina.

El monstruo en suelo argentino

Si bien Monsanto desembarcó en nuestro país en 1956 con la inauguración de la Planta de Zárate para la producción de plásticos (que no es la única ya que hay plantas en Pergamino, en Rojas y próximamente en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas), el gran paso se dio en 1996 cuando el gobierno autorizó la incorporación de la soja RR. A partir de entonces la soja transgénica empezó a tener cada vez mayor injerencia en la macroeconomía del país hasta convertirse en uno de sus pilares. La utilización del glifosato fue vital en este crecimiento dado que permite cultivar más y con menores costos.
Ahora bien, este herbicida es de uso legal y es aprobado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) cuya resolución 350/99 indica que su uso es de “improbable riesgo agudo”. Lo llamativo es que no es este organismo el que se encarga realizar los ensayos toxicológicos sobre los pesticidas que se utilizan en nuestro país: son las empresas agroquímicas las que los hacen a través de sus laboratorios propios. En tanto y en cuanto los laboratorios cumplan con los “requisitos administrativos y técnicos” y estén debidamente inscriptos en la red del organismo, el SENASA solo se encarga de evaluar los resultados de los análisis ya realizados. Monsanto Argentina SAIC es el laboratorio que se encarga de analizar el impacto del glifosato y el acetocolor a pesar de que el art. 9 de la resolución 736/06 del SENASA dictamine que “los laboratorios autorizados deberán abstenerse de efectuar análisis sobre material proveniente de cualquier empresa con la cual mantengan algún tipo de vinculación o dependencia que pueda afectar su independencia de juicio”.
Esto sucede ante la ausencia de una legislación nacional que regule el uso de agroquímicos y por la insuficiencia de informes epidemiológicos oficiales que den cuenta del real efecto de estos productos sobre el medio ambiente y la salud de las personas.

Herbicida homicida

Estudios sobre los efectos del glifosato fueron realizados por la Universidad de Caen y el Centro Nacional de Investigación de Roscoff, ambos de Francia, la Universidad de Pittsburg (Estados Unidos), la
Universidad Nacional de Rosario y de la Universidad Nacional del Litoral. Sin embargo, los dos de mayor impacto fueron los del docente, investigador de la UBA y del CONICET Andrés Carrasco, elaborado en 2009, y el de Greenpeace dado a conocer a mediados del 2011.
El trabajo de Carrasco fue publicado en la revista científica Chemical Research in Toxicology e indica principalmente que el glifosato puede producir “malformaciones neuronales, intestinales y cardíacas en los embriones humanos”. Además, el ex científico del Ministerio de Defensa denunció que “el glifosato también está asociado a un aumento significativo de casos de leucemia en chicos menores de 15 años, entre otros trastornos que nuestro sistema sanitario no se ha ocupado de investigar epidemiológicamente en profundidad”. Este trabajo se ganó el repudio de Monsanto, de la embajada estadounidense y de funcionarios de las provincias donde se utiliza activamente el herbicida.
El informe titulado Tolerancia a herbicidas y cultivos transgénicos. Por qué el mundo debería estar preparado para abandonar el glifosato, publicado por la ONG Greenpeace advierte que la exposición de las personas al glifosato se vincula con efectos crónicos reproductivos (defectos de nacimiento), cáncer, neurológicos (puede causar el mal de Parkinson) y efectos agudos por el uso directo del producto por los agricultores o por la exposición de los habitantes. “El glifosato interactúa con la química y la biología del suelo, provocando una serie de impactos que incluyen la reducción de la nutrición de las plantas y el incremento su vulnerabilidad a las enfermedades. El glifosato también puede lixiviarse hacia aguas superficiales y subterráneas, donde puede dañar la vida silvestre y, posiblemente, terminar en el agua potable”, subraya el informe.

Ituzaingó Anexo: sentando jurisprudencia

Hace diez años un grupo de mujeres del barrio cordobés Ituzaingó Anexo denunció que había numerosos casos de malformaciones en niños, bebés nacidos muertos y decenas de casos de cáncer y enfermedades autoinmunes. En 2008, el entonces subsecretario de Salud de la provincia, Medardo Avila Vásquez, denunció a los productores por considerar que fumigaban al lado del barrio, a pesar de que la ley 9164 de agroquímicos prohíbe la aplicación aérea de determinados productos usados en las plantaciones a corta distancia de la población urbana.
Haciéndose eco de este caso, a principios de 2009 la presidenta Cristina Fernández firmó el decreto 21/2009 a través de la cual creó la Comisión Nacional de Investigación de Agroquímicos (CNIA) con el fin de investigar las relaciones entre las fumigaciones y las enfermedades denunciadas por los habitantes de los pueblos cercanos a grandes plantaciones de cultivos. Sin embargo, un año después la Defensoría del Pueblo de la Nación emitió un comunicado en el que cuestionó a la CNIA por no “cumplir de modo sostenido en el tiempo con la manda presidencial que la convocó para la investigación, prevención, asistencia y tratamiento en casos de intoxicación o que afecten a la población con productos agroquímicos”.
Más allá del interregno de la CNIA, el caso del barrio Ituzaingó Anexó tuvo su juicio en agosto de este año cuando la Cámara del Crimen de Córdoba impuso tres años de prisión condicional al productor Francisco Parra y al piloto Edgardo Pancello. De esta manera, se concretó el primer proceso judicial de la historia latinoamericana contra productores y fumigadores acusados por contaminación ambiental.

La Leonesa y otros pueblos en lucha

A mediados del 2010 un juez provincial suspendió las fumigaciones de arroceras por noventa días en la localidad chaqueña de La Leonesa y ordenó a la provincia un estudio sobre los efectos del glifosato en esa población. La Comisión Provincial de Investigación de Contaminantes del Agua publicó un informe en
el que señaló que en los últimos diez años en La Leonesa se triplicaron los casos de cáncer en niños menores de 15 años y se cuadruplicaron los casos de malformaciones en recién nacidos, lo cual coincidió con el auge de la explotación de arroz transgénico en la zona. En marzo del mismo año, gracias a una querella impulsada por residentes de Santa Fe, un tribunal regional prohibió aplicar glifosato cerca de las áreas pobladas.
En Tucumán los vecinos protestan contra la instalación de la Estación Experimental de Monsanto, que busca entrar en la provincia norteña con la producción de soja y maíz. Asimismo en Pergamino alertan la existencia de contaminación ambiental producida por el amoníaco liberado por la planta allí instalada.

Una nueva planta y un futuro incierto

El 15 de junio de este año, Cristina Fernández de Kirchner anunció en el Consejo de las Américas celebrado en Nueva York que Monsanto invertirá casi 2 millones de pesos para instalar una nueva planta para la producción de maíz en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas. Sin bien el anuncio exaltó la importancia de la inversión para el plan industrial (crearía 400 puestos de trabajo) y para el plan agroalimentario 2020 no fue bien recibido por los vecinos de la localidad ubicada en el Gran Córdoba. En este sentido la Sala 2ª de la Cámara del Trabajo de Córdoba ordenó dar trámite al amparo presentado por el Club de Derecho, junto con vecinos de Malvinas Argentinas, para frenar la instalación de la planta.
Al igual que sucede en Chaco, Santa Fe, Tucumán y Buenos Aires, son los mismos vecinos quienes se oponen a que Monsanto se instale en sus localidades. La fama que se hizo la empresa, a la cual poco parece interesarle el impacto de sus producciones artificiales sobre el ambiente y la salud humana, genera que los pueblos de aquí y de otras partes del mundo se revelen contra el glifosato y cualquier otro producto que ofrezca esta multinacional. Tener afinidad con los gobiernos, empezando por el de los Estados Unidos, elaborar ellos mismos los análisis toxicológicos, hacer lobby con los medios de comunicación y vender productos que benefician principalmente a los sectores más pudientes de las sociedades generan que todo lo que se diga contra Monsanto y su estrella el Glifosato sea desmentido o silenciado. Mientras tanto miles de pueblos siguen sufriendo los efectos a corto y mediano plazo de los productos de una empresa que busca maximizar las ganancias en desmedro de la salud de la población y del planeta.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Como la melodía manda

Luego de más de cuatro años de idas y vueltas, la llamada Ley de Música fue aprobada por ambas cámaras del congreso.
El proyecto, que surgió del seno de distintas agrupaciones – lideradas por la Unión de Músicos Independientes (UMI) – y músicos autónomos, fue llevado al congreso por el diputado Eric Calcagno. El punto principal de la iniciativa consiste en la creación del Instituto Nacional de la Música (INAMU), un organismo autárquico a través del cual se buscará “federalizar el fomento a la producción del país”, de acuerdo a lo expuesto en el sitio web de Músicos Autoconvocados.
Si bien el debate por los derechos de los músicos en relación a las discográficas tiene tanto tiempo como este tipo de compañías, el disparador que hizo pensar a quienes elaboraron el proyecto que era factible su concreción fue la derogación en 2005 del decreto 520/05. Éste, sancionado en 1958, exigía a los músicos dar un examen de aptitud ante un jurado de notables para poder ser considerado “profesionales”. Solo a partir de entonces podrían acceder a los derechos que garantiza el Sindicato Argentino de Músicos  (SADEM).
Integrantes de Músicos Autoconvocados, liderados por Diego Boris, entendieron la medida del ejecutivo como un gesto de apertura, por lo que a partir de 2006 formaron comisiones con el objetivo de elaborar un proyecto que reivindicara los derechos de los músicos nacionales y que buscase dar oportunidades a distintos artistas con poca o mediana llegada al público.
La propuesta busca mejorar las condiciones laborales de los músicos, distribuir equitativamente los recursos económicos y materiales provenientes del estado y darle herramientas a la sociedad para que promueva políticas culturales. En este sentido, se busca la creación de los llamados Circuitos Estables de Música en Vivo en cada región del país, la posibilidad de mejorar la difusión de la música nacional en los medios de comunicación y la formación integral de los músicos tanto desde lo intelectual/técnico como desde el conocimiento de sus derechos laborales. Se buscará también, a través del Circuito Cultural Social, acercar distintas expresiones musicales a los lugares y sectores de escaso acceso a estas manifestaciones del arte. El financiamiento, que en principio está garantizado por el Art. 97 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, será dividido en dos partes: por un lado se asignarán subsidios y créditos de forma tradicional, mientras que por otro lado se buscará proveer de herramientas a los músicos para que puedan desarrollar su actividad sin tener que recurrir a las grandes compañías discográficas: se darán vales para fabricar discos, para grabar, para masterizar, para imprimir gráfica, para difundir, entre otros recursos.
Si bien las experiencias del INCAA y del Instituto del Teatro (INT) sirven como ejemplo de gestión, el INAMU intentará no caer en el mero otorgamiento de subsidios económicos que muchas veces tienen otros fines por falta de control - tal es el caso del INCAA - así como también buscará descentralizar la actividad artística a través de la creación de cinco sedes en todo el país y no una principal en Capital Federal como sucede con el INT.
La Ley de Música nace de una necesidad de la gran mayoría de los músicos que luchan por conseguir fechas para tocar o que deben vender tanta cantidad de entradas o inclusive pagar para poder dar un show. Por otro lado está el problema de las grandes multinacionales como Sony, EMI o Universal las cuales empaquetan los productos culturales para venderlos en el mercado en desmedro del folklore de cada cultura.
El resurgimiento de la música popular y la proliferación de artistas de los más variados géneros dan cuenta de una intención por parte de la sociedad de profundizar su soberanía cultural. Quienes celebran hoy la sanción de esta ley son quienes entienden que la música es una de las más poderosas herramientas para que un pueblo se conozca, se libere y se fortalezca.

El principio


Es la historia la que nos condena,
el pasado en el que se lamenta,
el futuro quien teme.

Biología indignada,
ecología de los lamentos,
lágrimas del desamparo
en el ocaso de la lógica.

El periódico en el tacho de basura arroja sus verdades,
vaticina días grises, noches negras,
denosta la razón humana,
se amiga con el miedo y las publicidades.

El final no toca tierra,
porque el principio no cesa en su vuelo,
y la muerte araña las paredes de la noche,
cuando la luz del sol alumbra la inmensidad del cielo.

Esa luz aún no está contaminada;
los abrazos compartidos, las sonrisas regaladas,
las melodías y las pinceladas de vida,
las calles llenas de historias y de calidez.

El barrio, corazón puro
el barro, creador de anhelos
la maravilla del aire libre,
la dulzura del mate amargo.

Los vendedores de patrias,
los cazadores de sueños,
los traficantes de fe,
no pueden con las inmortales bellezas del mundo.

Y la razón humana, maltratada y despedazada
muestra que vale la pena,
porque un amigo me contó que nosotros, los porfiados,
creemos, contra toda evidencia, que fuimos mal hechos,
pero que no estamos terminados.

El abrazo de Fausto, Florencia Menendez


Gimnasia del espíritu y la inteligencia



Hay quienes piensan que el hombre nace, crece, se reproduce y muere. Este pensamiento lineal es el que sostienen muchos cuando llegan a cierta edad, lo que únicamente logra incrementar el sin-sentido de esperar pasivamente la llegada del final.
Hay otros que creen que todo se transforma y que todo final implica inevitable y felizmente otro comienzo. Encontramos amantes de la vida de este tipo en nuestra facultad varios días a la semana y en diferentes horarios: estamos hablando nada mas y nada menos que de nuestros adultos mayores que, gracias al programa UNITE, vienen expandiendo alegría y juventud desde hace mas de una década por los pasillos de nuestra casa de estudios.
Trece años se cumplieron el mes pasado desde que el entonces secretario de extensión y actual docente de la facultad, Juan Manuel González, impulsara un proyecto para abrir cursos destinados a los adultos mayores que querían estudiar. “El proyecto tenía de origen la idea de fusionar a los adultos mayores como una población mas de lo público”, afirma González. Por su parte, Jorge Tognolotti, actual director del programa y uno de los primeros docentes convocados por Movida Universitaria para participar del programa admite que no pensaba que la iniciativa iba a ser “tan fuerte en cuanto a participación, en cuanto a concurrencia y también con tal grado de compromiso”.
Aquellos 30 alumnos que cursaban 5 disciplinas pasaron hoy a ser más de 1300 que cursan más de 50 asignaturas y talleres tales como sociología, antropología, fotografía, entre otras.
Luego de la crisis del 2001 y de negociaciones con el decano Gabriel Mariotto, los docentes empezaron a ser remunerados por su labor y todos los cursos fueron declarados gratuitos. Fue entonces cuando UNITE empezó a tener autonomía y a un mayor grado de institucionalización.  Desde la concreción de ese gran paso, el número de adultos mayores, de docentes y de materias dadas empezó a crecer exponencialmente. Tanto creció que se está buscando formalizar este tipo de enseñanza a nivel nacional; así lo plantea Julio Busteros, presidente de la Asociación de Alumnos del Programa UNITE (AAPU): “Lo que nosotros pedimos es que esto, que fue la voluntad de un decanato para incorporarnos, no quede allí, que sea por ley. Porque no puede haber adultos mayores de primera, de segunda y de tercera.” En este sentido, son contadas las universidades a nivel nacional que tienen un programa gratuito para adultos mayores, razón por la que desde UNITE se están haciendo gestiones ante las Cámaras a través de la diputada nacional Adriana Puiggros con el fin de elevar un proyecto de ley para que se incluya la educación de los adultos mayores en el presupuesto universitario.
Mas allá de lo meramente académico, lo que los adultos mayores simbolizan es un cambio cultural en pleno proceso: “El viejo ya no es la maceta, a la que le pasamos un plumero y le decimos que se siente, porque acá hay una fiesta donde no tiene que opinar. Eso ya lo superamos” sostiene Busteros, para quien UNITE no se limita a lo que sucede en las aulas, sino que las actividades extra-curriculares como las charlas, los cine-debates o los cafés literarios, son también muy importantes. Lo que descubrieron nuestros adultos mayores es que tienen un lugar de pertenencia, donde sus historias de vida se juntan a charlar un rato y donde disfrutan y ejercitan lo que González llama la “gimnasia del espíritu y la inteligencia y del cuerpo y de la alegría”. Tognolotti subraya que los adultos mayores “encontraron un espacio, un lugar, amistades, a quien llamar por teléfono, encontraron un lugar social”.
Es que los adultos mayores viven activamente su vida junto a nosotros, compartiendo los mismos espacios y demostrándonos, a través de sus obras de teatro, de sus muestras fotográficas, de sus trabajos de investigación o de sus ilustraciones, que resulta mas atinado que nunca decir que lo únicos viejos aquí son los trapos.

                                                                                                                      Publicado en Inconsciente Colectivo Nº 6, Octubre 2012.